Escrito por Sandrine Lasserre
14 febrero 2019

 

Francia se encuentra a la zaga de sus competidores europeos en el desarrollo de la Industria 4.0. La causa es simple: el sistema industrial francés está envejeciendo. Sin embargo, comprar nuevas máquinas o construir un edificio industrial es caro y las pymes no siempre pueden llevar a cabo tales inversiones, o bien las empresas establecidas desde hace mucho tiempo tienen dificultades para cambiar sus hábitos.

Sin embargo, no hay una industria eficiente sin una cadena de producción eficaz. Este rendimiento implica reducir el desperdicio de energía, como el uso de agua, la calefacción de edificios y el reciclaje de materias primas.


Descubra en este artículo lo que los despilfarros energéticos pueden provocar a una cadena de suministro y las consecuencias para su empresa:

  1. El consumo excesivo de agua aumenta sus costes y sus riesgos de interrupciones en la producción
  2. Problemas financieros y humanos relacionados con el aislamiento térmico
  3. La falta de madurez tecnológica retrasa el uso de las energías renovable
  4. El desperdicio de materias primas: un freno a la rentabilidad de su empresa

 

1 – El consumo excesivo de agua aumenta sus costes y sus riesgos de interrupciones en la producción

El agua se encuentra en el núcleo de muchos procesos industriales, tanto como fluido térmico como materia prima. La menor sequía o restricción de agua puede paralizar sus procesos industriales. Por lo tanto, se trata de una apuesta fundamental para su tasa de producción y su rentabilidad..

Las causas del desperdicio de agua en su línea de producción pueden ser varias:

  • Fugas de agua por mal mantenimiento de las cañerías
  • Descarga de agua después de un uso mínimo (enjuague, enfriamiento...)
  • Contaminación del agua después de su uso, lo que impide su reutilización

En Francia, la industria representa el 60 % del agua extraída a nivel nacional y el 26 % del consumo (alrededor de 20 mil millones de m3 de agua al año)[1]. Sin embargo, se pudo conservar el 50 % del agua perdida.


Teniendo en cuenta los costes de la energía, de los tratamientos, del mantenimiento, de los consumibles... el coste del agua para su empresa es en promedio de 5 a 10 veces más alto que su coste en el contador[2] (alrededor de 15 € por m3 de agua).

 

A nivel empresarial, un simple grifo que gotea o una fuga de agua pueden costarle

 


CANTIDAD DE AGUA DESPERDICIADA

COSTE ANUAL

GRIFO QUE GOTEA

35 à 44 m3/año

De 525 € a 660 €

PEQUEÑA FUGA DE AGUA

140 m3/año

2 100 €

FUGA IMPORTANTE DE AGUA

220 à 360 m3 /año

De 3 300 € a 5 400 €

 

Aparte de las consecuencias financieras, un mal tratamiento del agua también puede constituir una fuente de riesgo para los empleados y el medio ambiente.. El 43 % de los accidentes en instalaciones de producción de agua y tratamiento de residuos implica repercusiones en el medio ambiente (Ministerio de Transición Ecológica y Solidaria)[3].

Numerosas normas regulan el uso y el vertido de las aguas residuales industriales. La ley 2006-1772 sobre agua y ambientes acuáticos especifica que son los municipios los que deben verificar y garantizar el saneamiento no colectivo del agua. Acuda a las autoridades locales para conocer las modalidades normativas y financieras para conectar su fábrica a la red nacional.


2 – Problemas financieros y humanos relacionados con el aislamiento térmico 

La calefacción de edificios industriales puede resultar bastante técnica. Dependiendo de la etapa de producción, es posible que necesite condiciones especiales dentro de sus plantas de producción o almacenamiento, como un sistema de refrigeración o mantenimiento de la temperatura. Para aumentar la temperatura de una sala en 1°C, es necesario consumir alrededor de un 7 % de energía adicional[4].

El aumento de las necesidades de calefacción o refrigeración aumenta sus necesidades energéticas. Sin embargo, la mayoría de la energía utilizada por la industria son combustibles fósiles (productos derivados del petróleo, gas natural y carbón), y es en estos productos energéticos donde se cobra el impuesto sobre el carbono: el Impuesto Interno al Consumidor sobre los Productos Energéticos (TICPE, por sus siglas en francés), el TIGCN, que trata sobre el gas natural y el Impuesto Interno sobre el Consumo de Carbón (TICC, por sus siglas en francés). El aislamiento deficiente de sus edificios conlleva una doble penalización: una factura de energía más elevada e impuestos adicionales

Además, la instalación o el mantenimiento incorrectos pueden causar enormes variaciones en la temperatura o la humedad de una sala, lo que puede llevar a:

  • Degradación prematura de sus edificios y equipos industriales (la condensación del agua en el aislamiento puede causar mohos, grietas, degradación de materiales...)
  • Riesgos para sus empleados (exposición a temperaturas extremas, contaminación del aire)

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3 – La falta de madurez tecnológica retrasa el uso de las energías renovables

La huella de carbono de la industria francesa es elevada. En 2016, solo el 6 % de la energía utilizada en la industria proviene de energías renovables[5].

Las industrias implementan más fácilmente tecnologías para usar energías renovables si estas les brindan mayor competitividad. Según el informe Ademe 2018:

  • Las tecnologías de recuperación de energía son más competitivas, ya que permiten utilizar el calor residual de las empresas. Por esta razón se implementan mecanismos de apoyo como los Certificados de Ahorro Energético y el Fondo de Calor
  • Sin subvenciones, las energías renovables son globalmente menos competitivas que las soluciones tradicionales (como consecuencia de los bajos precios del gas natural)


La integración de nuevas tecnologías o el uso de energías renovables suele implicar la implementación de nuevas redes de distribución o la instalación de espacios de almacenamiento especiales. Efectivamente, la instalación de activos de energía renovable implica una modificación del sistema de energía, incluidas las modificaciones del proceso y las existencias de reserva adaptadas:

  • La biomasa se suele utilizar con una solución auxiliar, ya que su inercia no necesariamente le permite satisfacer todas las necesidades de la empresa
  • Disponer rápidamente de existencias de biogás requiere grandes volúmenes de almacenamiento
  • La disponibilidad de recursos naturales y/o la brecha entre su producción y su uso requerirá la instalación de una capacidad de almacenamiento adecuada (energía de paneles solares, turbinas eólicas...).

Estos cambios pueden ser muy costosos para una empresa y requieren conocimientos técnicos adecuados, así como madurez tecnológica. El desafío radica en la construcción de un sistema energético donde se equilibren las fuerzas de las tecnologías y las energías.

 

4 – El desperdicio de materias primas: un freno a la rentabilidad de su empresa

En 2015, el 84,4 % de los recursos utilizados para el funcionamiento de la economía global se extrajo de la naturaleza (Circularity Gap Report). De estas materias primas, las empresas almacenan a largo plazo 21,5 mil millones de toneladas de materias primas y 51,9 toneladas se convierten en productos con una vida útil limitada. Solo el 43 % de los recursos extraídos son reciclados y reinyectados en la economía.


Sin embargo, en un mundo donde la cantidad de recursos disponibles está disminuyendo, es necesario establecer alternativas de producción y consumo. Están surgiendo nuevos modelos, como la economía de la funcionalidad (ya no vendemos el bien, sino el derecho a usarlo) o la economía circular (el residuo de una industria se recicla para convertirlo en una materia prima).

Algunas de las causas de esta falta de reciclaje pueden atribuirse a una mala gestión de la cadena de producción:

  • Embalaje excesivo de componentes o envases no reciclables
  • Control insuficiente de las cantidades necesarias en cada etapa de producción
  • Ausencia de reutilización de residuos
  • Desconocimiento de los componentes y las materias desperdiciadas


Ciertamente, el reciclaje requiere un esfuerzo adicional (prevención y capacitación, gestión, transporte, equipo específico, etc.). Pero a la inversa, usar demasiadas materias primas «nuevas» puede ser nefasto, especialmente en cuanto a la dependencia de los proveedores: si los precios de los componentes aumentan, usted debe trasladar dicho aumento al precio de venta o reducir sus márgenes, con el riesgo de perder competitividad en lo que respecta a los precios.

Una palanca para reducir las cantidades de materias primas y optimizar la fabricación es organizar mejor la cadena de producción:

  • Capacitación de los empleados en buenas prácticas
  • Inversión en mejores máquinas que generan menos pérdidas
  • Calibración de las máquinas existentes para reducir pérdidas
  • Eliminar etapas de fabricación innecesarias
  • Implementación de un sistema para la recuperación y reciclaje de residuos reutilizables

 
Las diferentes formas de desperdicio energético afectan a la rentabilidad general de su empresa. Pero hay otras fuentes de desperdicio que afectan al desempeño de las empresas industriales. Los hemos enumerado en este libro electrónico, donde se proponen formas concretas para limitarlos.

Consulte el ebook

[1] Consejo de Ministros: Comunicación sobre la gestión del agua - Miércoles, 9 de agosto de 2017

[2]Cómo puede reducir la industria su «huella hídrica» - Les Echos

[3] Ministerio de transición ecológica y solidaria - Observatorio y estadísticas - Accidentes industriales

[4] Aislamiento térmico de edificios: Principios - Picbleu

[5] Integración de Energías Renovables y Recuperación en la Industria - Consultorio ENEA Consulting para ADEME (Agencia Francesa de Gestión de Medio Ambiente y Energía)

 

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